sábado, 15 de noviembre de 2008

FLAMENCO: ¡QUÉ SUSTO!



Ah, pero ¿Es posible que mis alumnos de infantil puedan aprender flamenco? ¿Pero como hago esto? ¡Qué complicado! Probablemente muchos de ustedes se habrán formulado alguna de estas preguntas en alguna ocasión. Quien les habla debe confesar que afrontó con bastante miedo e incertidumbre la primera vez que presentó una programación didáctica y posterior puesta en práctica en el aula ¿Por qué? ¿acaso el flamenco es tan especial, tan diferente de otras músicas, tan difícil de enseñar, como me comentaba una profesora de música de primaria, o acaso tenemos un gran desconocimiento, o mejor dicho, miedo a lo desconocido, a lo que nunca se nos ha enseñado?
Cuánto podemos, por suerte, como profesores de música, presumir de conocer "La quinta sinfonía de Beethoven", "La flauta mágica de Mozart" y "La sinfonía inacabada de Schubert", pero ¿Y el Flamenco, eso qué es?. Pues señores, estamos hablando nada menos que de la más genuina manifestación del pueblo andaluz, no de una música exclusiva de una raza o estamento sociales. De hecho la Junta quiere proponer a la UNESCO el Flamenco como patrimonio oral de la Humanidad, casi nada.
El flamenco es una música de extensa tradición oral. De hecho no es hasta mediados del siglo pasado cuando comienzan a publicarse estudios serios sobre la materia desde perspectivas científicas: antropología, musicología etc. Esto no quiere decir que ya antes no apareciesen escritos, sino que buscando en los artículos periodísticos encontraremos más opiniones carentes de fundamento que estudios con validez. Quizás esto se debiera a esa dificultad de estudio y catalogación de toda una cultura tan compleja como es la que rodea al flamenco. Esto nos da bastante que pensar. No somos los únicos que tenemos lagunas en el campo del Flamenco. Así pues no debemos afrontar nunca con miedo la programación de aula. No tenemos por qué ser expertos flamencólogos, conocer la Chufla, toda la obra del Niño de la Isla o el primer cantaor que grabó por Liviana. Estamos en un nivel elemental, de iniciación y no nos interesan complejos conceptos históricos. Como decíamos antes, el flamenco no es un fin educativo, sino un medio para conseguir los objetivos generales de la educación.
Este miedo a la didáctica nos acompañará, pienso, durante toda la vida porque nunca se acaba de aprender datos nuevos, así que no debemos agobiarnos. El campo de estudio es inmenso. Nuestro trabajo debe ir en dos direcciones: conocimiento lo más exacto, verídico y documentado (que no profundo) de conceptos básicos del flamenco y programación lo más adecuada posible a dicho conocimiento y nivel del alumnado. Así, éxito asegurado.
Particularmente siempre digo a mis alumnos de guitarra así como a los de otras especialidades como cante y baile que en el flamenco no siempre 2+2= 4. Rondará este número pero no hay dos cantes iguales, no hay una única teoría. Si bien a priori esto pueda parecer un problema, lo consideraremos un buen valor del flamenco, pues permite el estudio desde las más variadas perspectivas y motiva a descubrir aquello que todavía no ha sido investigado, dejando además un amplio lugar a la creatividad artística y personal.
Sin embargo sí hemos de tener claro que, como pedagogos debemos plantear el tema con rigurosidad huyendo de las ambigüedades. En conclusión sí hay que reconocer que el Flamenco es de difícil catalogación y por ello de difícil enseñanza. Son características propias de las músicas de traición oral, pero entonces ¿por qué el Jazz lleva ya años en las instituciones educativas americanas? Juzguen ustedes.
Algunos años de divagar en busca de material escrito sobre Flamenco en general y didáctica en particular han arrojado los siguientes datos: escasísimas referencias a la enseñanza (apenas tres o cuatro manuales) de poca profundidad y con total carencia de riguroso estudio principalmente en el campo de la musicología. Claro, con este plan no podemos hacer grandes proyectos. Frente a la adversidad, nos queda la investigación y nuestro propio interés personal. Ánimo a todos los oyentes!. Es momento de entrar de lleno en la cuestión de como enseñar el flamenco en el aula.
Entrando en el aula
Recordemos que la LOGSE ya incluye el Flamenco en sus premisas, así pues ya tenemos el marco legal que nos ampara y justifica el uso de esta temática. Podemos abordar esta materia desde la asignatura de lengua, conocimiento del medio e incluso matemáticas o religión según trabajemos las coplas, la historia o la religiosidad del cante por ejemplo. El Flamenco es más que una manifestación musical, es una cultura y como tal puede ser analizada desde diversas disciplinas científicas. El hecho de que estemos tratando nuestra cultura me permite asegurarles que hasta el que piense que es un auténtico profano en la materia conocerá alguna letra o algún dato sobre éste, ya que está muy arraigada en el pueblo andaluz en general, no sólo en la raza gitana.
El camino es más fácil de lo que parece. Si me lo permiten me voy a centrar principalmente en el trabajo en el aula de música, ya que pienso que es el lugar idóneo para presentar el Flamenco.
El profesor de música deberá poner todos sus conocimientos musicales al servicio de éste nuevo tema. El hecho de no tener experiencias previas mientras cursaba sus estudios le va a suponer un problema grave, aunque podrá resolverlo tras un poco de investigación. Deberá realizar un análisis exhaustivo de libros y audiciones, buscando definiciones que más se aproximen a la realidad mediante un juicio muy objetivo. Actualmente no hay más de cinco o seis manuales de teoría musical del flamenco en el mercado, además son difíciles de encontrar y la mayoría de ellos deja mucho que desear. En el aspecto didáctico la existencia de manuales es aun más parca, y que traten la cuestión musical del Flamenco y aplicación didáctica no existe ni uno que yo haya podido encontrar (créanme que lo he buscado). Es imprescindible un buen criterio del profesor para conseguir los objetivos que se proponga. Tengamos en cuenta que no hay libros de ejercicios ya hechos, explicados, analizados si no que el maestro debe elaborar absolutamente todo el material, dificultad doble si además tenemos en cuenta que al no haber precedentes escritos elaborar una programación es casi como pintar un cuadro sin imagen inspiradora. Efectivamente es un trabajo difícil, pero especialmente motivador.
Una vez definidos los contenidos pasamos a los objetivos, especificamos los materiales y la evaluación, así como la secuenciación por sesión y niveles. Un detalle importante a tener en cuenta en dicha programación: en muchas familias el Flamenco se oye ya desde el vientre materno, y comienza a transmitirse de padres a hijos cuando estos apenas dan unos pasos, y todo ello sin preparación didáctica alguna, sin estudios, de forma natural. Algunos serán grandes artistas y si bien este nunca será nuestro objetivo, podemos llegar a la siguiente conclusión: nuestra experiencia y preparación teórica como docentes nos permitirán más fácilmente transmitir conceptos musicales, con mayor claridad y provecho. Es momento de olvidar miedos y animarse.
Así pues teniendo en cuenta la gran capacidad de los niños de aprender a estas edades la secuenciación de contenidos se hace siguiendo una orden lógico de dificultad. Mi consejo sería el siguiente:
Recomiendo primeramente una valoración inicial ya que dependiendo del perfil y del enclave geográfico de nuestros centros nos encontraremos más o menos conocimientos previos. Es posible que algún alumno conozca perfectamente el compás o incluso llegué a interpretar algo que ha aprendido en su familia o en la calle. Esto debe ser tenido en cuenta, e intentar utilizar este bagaje como herramienta ilustradora en clase.
Nivel inicial (primer ciclo de primaria): elegiremos palos en compases de 2 y 3 tiempos. El compás binario está muy arraigado en la música moderna, de ahí la mayor facilidad para reconocerlo y practicarlo.
Palos con melodías sencillas, cortas, no ornamentadas en exceso (tangos, fandangos, etcétera) y lo más populares posible, aún siendo estilos aflamencados (sevillanas, rumbas)
Algunas piezas folclóricas son orígenes claros de palos flamencos como la petenera o el fandango, podemos hacer uso de sus partituras para trabajar en clase. En concreto la petenera es un buen ejemplo de compás de amalgama, tan común en el flamenco.
Los palos elegidos tendrán representación de los tres modos que trabaja el flamenco: modo mayor, menor y flamenco, para que los niños se familiaricen con la armonía.
Este nivel es muy bueno para trabajar las percusiones corporales. Éstas son entretenidas y sirven de introducción a la polirritmia flamenca. Recordemos la dificultad rítmica tan grande que tiene el flamenco, lo que nos obliga desde este nivel a trabajar en grupos repartiendo esquemas rítmicos para que luego suenen simultáneamente.
Ÿ Nivel intermedio (segundo ciclo): En este nivel siempre y cuando hayamos cumplido los objetivos del primero ya podemos plantearnos entrar con mayor profundidad en la materia. Es momento de elegir contenidos que impliquen una praxis del cante, baile y toque.
El cante podemos comenzarlo por Fandangos como el de Alonso, apto para cantar a coro y, arreglando el verso final, de tesitura adecuada a los niños de estas edades. Es tarea del profesor seleccionar el material necesario para estas clases. En la selección de audiciones tendremos en cuenta sobretodo:
Ÿ Tesitura vocalŸ Tono o modoŸ Claridad de pronunciaciónŸ Temática de la letraŸ Instrumentación sencillaŸ Rítmica no compleja En el campo del baile podemos utilizar sencillos esquemas de pies, así como movimientos de brazos y cuerpo en función de audiciones musicales. Se trata de una sencilla iniciación al baile, lejos del academicismo o exigencia artística propios del Flamenco.
En este nivel utilizamos los instrumentos que tengamos en clase para llevar a cabo unas pequeñas piezas instrumentales. Si algún niño sabe tocar la guitarra será el momento de solicitar su colaboración, esto podrá resultar especialmente motivador. También podemos recurrir al uso de la flauta, extremadamente sencillo en palos como el fandango o algunos tipos de tangos.
Seguiremos profundizando en esquemas rítmicos, aumentando progresivamente la dificultad. Es tiempo de comenzar a ver el compás de soleá y seguiriya.
Ÿ Nivel avanzado (tercer ciclo) : En la culminación de la enseñanza primaria vamos a hacer que el niño participe directamente en el acto flamenco. Prepararemos una actuación para final de curso en donde tenga cabida la interpretación del cante, baile y toque (instrumentos de pequeña percusión o guitarra grabada) en el ámbito de un cuadro flamenco. Dejaremos que ellos mismos elijan su papel y prepararemos todos los aspectos que rodean a esta práctica.
Para ello tendremos en cuenta, por supuesto, la música, las coplas, el baile, la vestimenta, la expresión corporal. En una sola actuación, pues, trabajamos los 5 bloques de contenidos que dicta la LOGSE.
En este nivel ya podemos plantearnos palos de la máxima dificultad rítmica: alegrías y, sobretodo, bulerías. Nos sorprenderá gratamente ver hasta que punto algunos alumnos llegaran a dominar estos esquemas.
Algunos apuntes para secundaria
La problemática en este nivel es completamente distinta. Si bien es posible que nuestros alumnos no tengan base alguna de flamenco, también debemos saber que en estas edades los gustos musicales están más definidos, y por ello es probable encontrar más motivación en algunos alumnos hacia el flamenco. Además la capacidad de ejecución musical ya es bastante grande. Encontraremos algunos alumnos estudiantes del conservatorio o incluso alguien que ya se ha iniciado en toque, baile o cante con bastantes aptitudes. En secundaria simplemente debemos orientar nuestros esfuerzos en un sentido: estudiar una perspectiva teórico-práctica del Flamenco, procurando no realizar ejercicios demasiado teóricos (aburrirían) ni demasiado prácticos (algunos alumnos se rebelarían).
Recomiendo especialmente al profesor carente de conocimientos musicales que indague y recopile algunos conceptos sencillos pero que permitan trabajar con facilidad y corrección en clase. De otra manera la enseñanza de compases complejos como el de alegrías o seguiriyas será escabrosa y con facilidad podremos cometer equivocaciones o topar con una incomprensión general de los alumnos. Si como ya decía antes, el Flamenco puede trabajarse desde cualquier área, hemos de tener en cuenta que la principal es la de música, puesto que en ella se centra toda la vivencia cultural. Por ello ninguna clase de Flamenco que se precie debe prescindir de una introducción a conceptos musicales, introducción que no tiene porque ser de alta complejidad, sino que planteada con sencillez y claridad puede ser comprendida por cualquier persona, conocedor o no de notación musical.
No ha sido mi objetivo sentar cátedra. Es más, como saben, cada caso es diferente y lo que aquí se describe es una visión muy general. Pese a que el secreto está en partir de la práctica, y ser capaz de modificar la programación cuantas veces sea necesario en pro de una mejor consecución de nuestros objetivos, es imprescindible un buen fundamento teórico y amplio conocimiento del tema. Eso sí, pensemos siempre en el Flamenco, como un medio conseguir la formación integral del discente.
Universidades:
En la universidad el tema es un poco más complejo si cabe. Estamos ante un colectivo con un mayor nivel de formación, mayor nivel cultural, conocimientos, opinión mas formada y si cabe más o menos perjuicios acerca del flamenco. Por ello las dificultades son otras muy diferentes al resto de niveles, aquí es necesario una fuerte exploración previa para conocer el nivel de nuestros alumnos. También es creciente el interés de la universidad por el flamenco, como lo vienen demostrando la gran cantidad de cursos y seminarios que organizan la mayoría de las universidades andaluzas y otras como las de Madrid, Santander, Barcelona…
Es posible la introducción del flamenco como asignatura en algunas especialidades como Magisterio o Musicología, de forma que se trate de manera exclusiva, pero generalmente no es así. Tampoco se suele introducir algún tema dentro de alguna asignatura, sino que la universidad en general prefiere la realización de cursos monográficos puntuales, antes que un desarrollo de una asignatura completa. Quizás esto se deba a la falta de profesorado competente en la materia. Como sabemos la universidad solo puede contratar doctores para que ejerzan la función docente, y todavía no tenemos muchas personas con este perfil dentro del mundo del flamenco.
Mención aparte merece el caso de la universidad de Sevilla que ha puesto en marcha su doctorado sobre flamenco y en pocos años tendremos personas tituladas capaces de ocupar puestos de profesores titulares universitarios especialistas en flamenco. Esto supondrá un gran avance en la introducción del flamenco en la universidad y entonces por fin podremos tener profesores titulados y preparados teórica y prácticamente para la docencia.
Actualmente podemos encontrar en la universidad estudios oficiales y no oficiales:
– Doctorado
– Cursos de verano
– Cursos de extensión universitaria
– Talleres
Entre otras estas son algunas de las universidades que ofrecen cursos:
– Menéndez Pelayo, Universidad de Cádiz, Granada, Sevilla, Almería, Jaen.
Dependiendo, pues, de que tipo de enseñanza se vaya a impartir, tendremos que realizar la programación de una manera u otra.
A niveles universitarios la problemática pienso que podemos encontrarla principalmente en el grado de profundidad que nos van a exigir nuestros alumnos. En todos los niveles vistos anteriormente primaba la rigurosidad, al igual que aquí debe primar, sin embargo no era necesaria una gran profundización, puesto que el flamenco se trata más como un medio para llegar a un objetivo educativo algo más general. En niveles universitarios el flamenco es el objetivo principal, tiene entidad por si mismo. Encontraremos facilidad al dirigirnos a un público, como ya comentábamos, de mayor nivel intelectual y cultural, de mayor conocimiento de conceptos, pero esto a la vez nos someterá a una mayor tensión al tener que precisar bastante las respuestas a las demandas de los alumnos.
Por ser muy variada y diversa la forma de tratar el flamenco en la universidad no daré instrucciones precisas en este apartado más allá de las que ya son aplicables a otros niveles (vistas en la introducción general)
De la misma manera que en niveles inferiores, cuando se diseña una asignatura de flamenco para la universidad debemos seguir la plantilla estándar, haciendo especial hincapié en este caso en la bibliografía, para así proporcionar una herramienta para la construcción de conocimientos significativos, cuestión especialmente importante aquí.
Conservatorios
Este va a ser uno de los puntos en los que haremos mayor hincapié debido a que es en el que vamos a trabajar tras la finalización de nuestros estudios en la gran mayoría de los casos.
Ya la LOGSE recoge la necesidad del “reconocimiento de las características específicas del contexto cultural de Andalucía”, sentando las bases para la enseñanza de la cultura musical andaluza en los conservatorios. Al ser este nivel educativo el último en incorporarse en la ardua labor de transmisión de conocimientos de flamenco, nos encontramos ante un campo muy virgen en lo que se refiere a tratados sobre didáctica. Esto contrasta con la gran necesidad que tiene este nivel educativo, mucho mayor que los otros, de llevar a cabo el método más riguroso de cuantos hayan. ¿Por qué? Sencillamente porque es, salvo el doctorado de la universidad de Sevilla, el único centro que ofrece una formación completa y exclusiva sobre flamenco. Los estudios que imparte llevaran a la consecución de un título de licenciado en flamenco, lo que no ocurre en ningún otro caso con la salvedad de este de la universidad sevillana, pero teniendo en cuenta que imparte solo estudios de doctorado, a los que se puede acceder incluso tras la licenciatura del conservatorio.
En las carreras de música en general existe, en mi opinión, una enorme laguna: la didáctica. En los 4 años de grado superior se puede optar a una asignatura de libre configuración de didáctica del lenguaje musical. Esta es toda la formación didáctica que se puede recibir. ¿Con una asignatura de didáctica, que además no es de nuestra especialidad sino general podemos considerar que un alumno podrá tener los suficientes recursos para ser profesor? La respuesta obviamente es no. Le corresponde de forma exclusiva solamente al interesado buscar el material necesario y elaborar cuantas unidades didácticas precise para su trabajo, con el agravante de no saber como realizar una programación. Realmente es del todo incoherente. Sobretodo si tenemos en cuenta el especial hincapié en la formación didáctica que podemos notar en la lectura de los textos legales.
Así pues la primera problemática que nos encontramos es la total ausencia de conocimientos didácticos adquiridos en la carrera. Pero ahora el segundo problema es la falta de material escrito. Éste se reduce a utilizar alguno de los métodos de guitarra que circulan por el mercado y la propia programación de los profesores del centro. Aunque pueda parecer suficiente es incompleto a mi juicio, y lo que es peor, resulta casi imposible comparar trabajos de otros profesionales, contrastando los resultados de la puesta en práctica de diversos sistemas. Por lo tanto la única opción es contrastar con los compañeros de estudios, aunque esto no reportará experiencias, pero si ideas para la realización de programaciones.
Pero aún hay más, la falta total y absoluta de prácticas crea una nueva laguna: falta de experiencia, escaso autoconocimiento de la capacidad pedagógica y ausencia de referentes externos por parte de un tutor experimentado. Tan necesaria es una buena fundamentación teórica como un buen marco donde poder poner en práctica lo aprendido.
Todos sabemos que existen en otros niveles educativos (sobre todo en primaria) libros de texto con todas las programaciones perfectamente realizadas, incluyendo los ejercicios para los alumnos y el corrector para el profesor. Obviamente esto no es lo que más nos interesa aquí, pero de ahí a no tener apenas nada hay una gran diferencia.
Asimismo carecemos por completo de conocimientos que nos permitan llevar bien a cabo la adaptación a alumnos con necesidades educativas especiales, que también podemos encontrarlos en estos niveles mucho más fácilmente de lo que pensamos, los alumnos con problemas físicos derivados del instrumento son bastante frecuentes entre los últimos cursos del grado medio y primeros del superior. Ante esta problemática solo tenemos nuestra capacidad de adaptar la programación, pero ninguna pauta que nos permita aplicar el mismo rasero a todos los alumnos.
Respecto a la evaluación, que siempre será continua e integradora, formativa e informativa, tenemos el problema de entender realmente que significa esto. Nuestra tradición educativa siempre ha postulado el método del examen como única herramienta de evaluación y ahora tenemos que vernos ante una forma de evaluar que requiere la atención diaria al progreso del alumno.
Pasamos ahora a hacer un estudio detallado en los 3 niveles del conservatorio de música teniendo en cuenta la siguiente distribución:
Actualmente se puede estudiar en los conservatorios:
Guitarra:
– Conservatorio: licenciatura
• Grado elemental: 4 años
• Grado medio: 6 años
• Grado Superior: 4 años
· Danza (ídem)
· Flamencología: solo grado superior.
En los conservatorios tenemos una extraña mezcla entre los niveles educativos de primaria y secundaria y los universitarios, es decir encontraremos alumnos desde los 8 a bien entrados los 20, todos con un cierto interés en el flamenco, pero asimismo todos con los inconvenientes y ventajas de su grupo de edad. Por ello es bueno aprender de experiencias pasadas en otros niveles para así aplicarlo con éxito al nuestro. Pero lo que si está claro es que aquí la dificultad es mucho mayor que en los otros niveles por esta heterogeneidad de edades.
Para elaborar una programación más adecuada debemos como siempre comenzar haciendo una exploración de conocimientos previos. Primeramente comenzaremos con una encuesta previa y una demostración práctica en el caso de las asignaturas instrumentales. Una vez terminada la exploración revisaremos los requisitos de la LOGSE y las indicaciones que da para la elaboración de la unidad didáctica (que son muy escasas) Marcaremos unos objetivos y contenidos en función de el/los alumnos, hemos de adecuar lo máximo posible nuestro currículo sobretodo a aquellos alumnos que tengan necesidades educativas especiales.
Grado Elemental
Me atrevería a decir que este grado es más bien un tiempo para que el alumno se motive por la música, pueda descubrir si tiene talento e interés y comience unos estudios de una manera casi lúdica. Por tanto no podemos agobiar con excesivos tecnicismos y complejidades sino que debemos potenciar su gusto por la música a la vez que lo iniciamos en los conceptos más básicos del flamenco.
En este grado la única asignatura que recibirá el alumno que tenga que ver directamente con el flamenco será la de guitarra, por ello nos centraremos en esta.
Debemos seguir el método de escritura solfistica pero sin desechar la escritura en cifrado, muy usada en el campo del flamenco. Podemos introducirle sencillos ejercicios.
Son muy recomendables también las audiciones. Como sabemos una gran mayoría de estudiantes aprenden de la observación y copia, y en este caso los guitarristas utilizan muchísimo su oído. Un apoyo auditivo siempre le proporcionara una buena educación auditiva que podrá ser posteriormente usada para el acompañamiento al cante principalmente, así como para permitirle trabajar con audiciones no solo con música impresa.
Grado Medio
A lo largo de estos 6 años alumno y profesor se percatan del interés o no por seguir aprendiendo, incluso si hay perspectiva de profesionalización. Pero aun así en los primeros ciclos debemos seguir profundizando en conocimientos pero de una manera relajada. Muchos alumnos abandonaran sus estudios en este ciclo, de nosotros depende una buena motivación que propicie su continuidad. Es ahora momento de iniciarle en la doble nomenclatura: clásica y flamenca, esto es, la que maneja la teoría musical y la que manejan los flamencos que carecen de conocimientos de esta. Le plantearemos las ventajas e inconvenientes de cada una para que el haga su propia elección siguiendo nuestras recomendaciones, recomendaciones que deben ir encaminadas a que trabaje los dos campos.
Seguiremos profundizando en la lectura de cifrados, desvelándole ya todos los secretos de este sistema para que pueda manejarse solo. De esta forma podrá acceder ya a cualquier tablatura e interpretarla sin problemas. Este método es más rápido en general que el solfistico, se aprende antes por ser más visual.
Grado superior
En este último grado el alumno va a recibir una formación mucho más completa y especializada. En concreto estas son las asignaturas en las que deberemos trabajar

-Teoría musical del flamenco
´-Historia del flamenco
-Sociología del flamenco
-Acompañamiento al cante
-Cuadro flamenco
-Transcripción del flamenco
-Guitarra
-Armonía
-Armonía de Jazz aplicada al flamenco
-Improvisación flamenca.
Ahora las materias son muy dispares y requieren una programación muy diferente. Pero todas estas programaciones tendrán un factor común diferente a las demás. En este ciclo el alumno ya ha decidido ser un profesional de la guitarra flamenca, ya sea como profesor o como instrumentista. Pero lo que si esta claro es su interés de profesionalización y debemos responder a su motivación. El enfoque de estas asignaturas debe ser completamente riguroso y debe estimular la capacidad crítica y la creatividad tanto en la teoría como en la práctica para elaborar su propio material. No estamos tratando ya con niños.
Al igual que en grado medio debemos tener en cuenta que algunos alumnos vendrán de la calle, quizás si una enseñanza estricta de conocimientos musicales. En estos casos la exploración de conocimientos previos es muy necesaria para elaborar una buena programación. En la actualidad los estudiantes de estos niveles se caracterizan por la heterogeneidad de conocimientos a ambos niveles, teórico y práctico. Esto dificulta aún más si cabe nuestra labor, aunque con una buena estrategia podremos sacar partido a esta diversidad. Tampoco hemos de pretender obtener el mismo nivel en todos los alumnos, sino que podemos permitir que profundicen en unos contenidos u otros, dependiendo más de sus gustos. En definitiva un buen profesor sabrá hacer un buen uso de los recursos educativos a su alcance para superar cualquier dificultad.
Para fomentar la creatividad debemos proponer trabajos individuales o de grupo, incluso de investigación pues estos resultan especialmente motivadores en este nivel.
Sobre las necesidades educativas especiales habría que destacar en este punto que son bastante mas comunes de lo que pensamos, ya que a este nivel la exigencia interpretativa es máxima y muchos alumno se lesionan y vienen ya lesionados por su preparación para la prueba de acceso. Deberemos tenerlo en cuenta si no queremos frustrar la carrera de un futuro buen músico por una lesión que en la mayoría de los casos no es grave y es temporal si se trata con buen cuidado.

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